¿Por qué vivir saludablemente puede ser tan difícil?

Es año nuevo y ya sabe lo que eso significa: ¡hora de nuevos propósitos! Propósitos de Año Nuevo que suelen girar en torno a hacer más ejercicio y seguir una dieta más equilibrada. Sin embargo, muchos de nosotros descubrimos que, año tras año, nos ceñimos a esos planes sólo durante unas pocas semanas antes de volver a los antiguos hábitos.

¿Le suena familiar?

¿Por qué a menudo no conseguimos los objetivos que nos proponemos para llevar una vida más sana? ¿Y cómo puede fijarse objetivos que le funcionen?

He aquí algunos consejos que le ayudarán a cumplir sus propósitos de Año Nuevo.

¿Cuál es la causa de que no alcancemos nuestros objetivos de vida sana?

• Cambiar demasiado, demasiado rápido. Muchas personas se proponen cambiar todo en su vida en un corto espacio de tiempo, renunciando a todo el azúcar, los carbohidratos, la carne o el gluten. A veces la gente se propone ir al gimnasio todos los días. Pero los estudios demuestran que el 67% de los adultos no consiguen mantener los cambios en su estilo de vida si hacen demasiadas cosas a la vez. Así que intente fijarse objetivos más moderados, que le permitan adaptarse gradualmente a ese estilo de vida más saludable que pretende.

• Los malos hábitos son difíciles de romper. Las investigaciones indican que adaptarse a un nuevo comportamiento lleva al menos 66 días, mucho más de lo que la mayoría de la gente intenta antes de darse por vencida. Así que, si desea cambiar sus malos hábitos, tome esos objetivos moderados que se ha fijado y asegúrese de cumplirlos durante al menos dos o tres meses, para que se conviertan en parte de su rutina.

• Falta de responsabilidad. Intentar grandes cambios en el estilo de vida sin mucho apoyo de amigos o familiares puede dificultar en gran medida el cumplimiento de los objetivos. Si considera que necesita más responsabilidad, intente establecer un propósito con un amigo que comparta los mismos objetivos, de modo que puedan motivarse mutuamente.
  • Sentirse desgraciado. A veces, en nuestros intentos por fijarnos nuevas metas, olvidamos que la única razón por la que nos proponemos estas cosas es mejorar nuestra vida. No tiene sentido marcarse un objetivo que le haga sentirse desgraciado, así que asegúrese de que, tanto si intenta hacer más ejercicio como comer más sano, deja espacio para actividades y alimentos que le aporten alegría.

¿Qué puede hacer las cosas más fáciles?

• Recuerde la meta final. Tenga claro lo que quiere conseguir con sus nuevos hábitos saludables. ¿Quiere bajar de peso? ¿Quiere comer más vegetales? ¿Para qué? ¿Tal vez solo quiera sentirse más cómodo en su ropa? O tal vez desee mejorar un determinado factor de salud, como el azúcar en sangre o el colesterol. Piense en las razones y motivaciones que hay detrás de sus acciones y no pierda de vista su objetivo final para no abandonar sus nuevos hábitos.

• Busque un compañero. Las investigaciones demuestran que hablar con alguien de sus objetivos o intentar alcanzarlos junto a un amigo aumenta su tasa de éxito en un 65%. Su compañero de responsabilidad puede ser un amigo, un familiar, un compañero de trabajo o incluso un asesor de salud.

• Sea amable consigo mismo. Los hábitos no se forman en un día. El crecimiento y el cambio se producen con el tiempo y la constancia. Si está cumpliendo sus objetivos de salud y sigue sin obtener los resultados deseados, tenga paciencia. ¡Continúe! Y si alguna vez tiene un mal día (¿quién no lo tiene?), muestre un poco de compasión y vuelva a la rutina mañana.

• Diviértase. La clave para mantener los hábitos es hacer cosas que realmente le entusiasmen. Por ejemplo, si no le gusta correr, pruebe una clase de fitness que incorpore movimientos de baile o ciclismo. Pruebe diferentes rutinas hasta que encuentre una que le haga sentirse bien. En cuanto a las dietas, hoy en día hay muchas opciones para que las comidas más sanas tengan un sabor fantástico y sean mucho más fáciles de mantener. Investigue y no se dé por vencido. Su cuerpo se lo agradecerá después.