Desde analgésicos hasta remedios para el resfrío, puede comprar fácilmente medicamentos de venta libre en muchas tiendas, sin la receta de un médico. No obstante, eso no significa que estos medicamentos estén libres de riesgos para la salud.
Al igual que los medicamentos recetados, los productos de venta libre pueden causar efectos secundarios o reacciones negativas, por ejemplo, si los usa de manera incorrecta o los mezcla con otros medicamentos determinados. Es por eso que debe tener cuidado cuando se trata de los medicamentos de venta libre. Estos son cinco consejos de seguridad:
1. LEER LA ETIQUETA
Este es un primer paso fundamental. Por ejemplo, averigüe si el medicamento tratará sus síntomas, quién no debe tomarlo y cómo usarlo.
2. USAR EL MEDICAMENTO EXACTAMENTE COMO SE LE INDICÓ
Consulte a un farmacéutico o a su médico si tiene preguntas sobre cómo usar un medicamento de venta libre.
3. MANTENER INFORMADO A SU MÉDICO
Su médico debe estar al tanto de todos los productos que usa, incluidos los productos de venta libre, las vitaminas y los suplementos a base de hierbas. Comparta su lista de medicamentos y suplementos en su próxima visita al médico. Si también usa un medicamento recetado, es una buena idea consultar con su médico o farmacéutico antes de probar un medicamento de venta libre. Asegúrese de que no interfiera con su medicamento recetado ni cause un efecto secundario.
4. TENER CUIDADO AL USAR MÁS DE UN MEDICAMENTO
Algunos medicamentos de venta libre (como los medicamentos para el resfrío y los analgésicos) pueden contener los mismos ingredientes activos. Por lo tanto, si usa más de un medicamento para diferentes problemas, podría acabar tomando una cantidad excesiva de un ingrediente activo. Solución: Lea la lista de ingredientes y compare los ingredientes activos de cada medicamento.
5. NO USAR UNA CUCHARA PARA TOMAR EL MEDICAMENTO
Es importante medir con precisión: use el recipiente u otro dispositivo de dosificación que vino con el medicamento. Al medir el medicamento para niños, es útil usar un gotero o jeringa para obtener la dosis adecuada. Evite tomar la cuchara de cocina más cercana, que puede variar en tamaño y dar lugar a que tome demasiado o muy poco.
Referencias:
Consejo Nacional de Información y Educación del Paciente; Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU.
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