A medida que envejecemos, nuestras necesidades médicas cambian. Comprender cuándo buscar atención preventiva y qué servicios son importantes a qué edad puede reducir el riesgo de enfermedad y proteger su salud.
ATENCIÓN PREVENTIVA PEDIÁTRICA
Desde el nacimiento, los niños deberían recibir atención de rutina de un pediatra u otro proveedor de atención médica que se especialice en pacientes pediátricos. Hasta la adolescencia, se deberían hacer mediciones de todos los niños en cada visita, incluidos la estatura y el peso, y a los menores de 24 meses también se les debería medir la circunferencia de la cabeza. Desde la primera infancia hasta la mitad de la niñez, también se puede medir el índice de masa corporal (IMC) de los niños junto con recomendaciones adecuadas de nutrición y ejercicio físico.
Los niños pequeños pueden someterse a pruebas de detección de problemas de desarrollo, sociales y conductuales, incluido el trastorno del espectro autista. A medida que los niños crecen, deberían someterse a exámenes de salud mental regulares y evaluaciones de consumo de tabaco, alcohol y drogas. Los niños también necesitan vacunas para protegerse de ciertas enfermedades. La mayoría de estas vacunas se administran desde que son recién nacidos hasta la primera infancia, aunque algunas son anuales, como la vacuna contra la gripe.
Se recomienda que los bebés de hasta 18 meses consulten a un proveedor de atención médica al menos una vez cada tres meses. A los 24 meses, la frecuencia puede disminuir a una vez cada 12 meses.
ATENCIÓN PREVENTIVA PARA ADULTOS
Los adultos también requieren atención preventiva y exámenes de detección a medida que aumenta su riesgo de contraer o desarrollar ciertas enfermedades.
Examen físico: Adultez
Tanto los hombres como las mujeres deberían someterse a exámenes físicos periódicos por parte de proveedores de atención médica capacitados. Las mujeres generalmente se realizan exámenes de mama y pélvicos para detectar signos tempranos de cáncer de mama y cánceres de los órganos reproductivos. Todos los pacientes deberían realizarse exámenes regulares de presión arterial y salud mental cuando consulten a sus proveedores.
Algunos pacientes pueden someterse a pruebas de detección adicionales de infecciones de transmisión sexual (ITS), en función de su estilo de vida y factores de riesgo. Después de los 35 años (en hombres) o 45 años (en mujeres), se pueden realizar análisis de lípidos adicionales para evaluar el riesgo de cardiopatía coronaria.
Al someterse a exámenes preventivos de rutina, puede obtener un panorama claro de su salud y bienestar general. Para muchas de las enfermedades y dolencias mencionadas, la detección temprana es una parte vital de los buenos resultados, así que siga las recomendaciones de su proveedor de atención médica para todos los exámenes de detección necesarios.
Mamografía: 50 años
La mamografía es una prueba de diagnóstico por imágenes médica especializada que proporciona una vista de los tejidos de las mamas. Un médico puede ver las imágenes para buscar signos de cáncer de mama. Para la mayoría de las mujeres, las mamografías se recomiendan a partir de los 50 años, aunque las personas con un mayor riesgo de cáncer de mama pueden comenzar antes.
Colonoscopia: 50 años
Tanto los hombres como las mujeres suelen empezar a someterse a colonoscopias regulares a los 50 años, que es una prueba de detección de cáncer colorrectal. Por lo general, una colonoscopia se realiza una vez cada diez años y suele requerir sedación. Prepararse para una colonoscopia también implica tomar una sustancia por vía oral que depura el contenido del colon durante un período breve antes del procedimiento.
Si tiene antecedentes familiares de cáncer colorrectal o síntomas gastrointestinales que requieren más investigación, es posible que se someta a una colonoscopia antes de los 50 años.
Prueba de detección del cáncer de próstata: 55 años
Los hombres a menudo se someten a pruebas de detección de cáncer de próstata a partir de los 55 años, lo que puede implicar un examen físico o medir el nivel de antígeno prostático específico (PSA, por su sigla en inglés) en la sangre. Esta sustancia es producida por la próstata, por lo que sus niveles en la sangre pueden determinar qué tan bien está funcionando la próstata. Dado que el cáncer de próstata es más frecuente en los hombres de entre 60 y 79 años, el proceso de detección generalmente se realiza varias veces en este grupo etario.
Prueba de densidad mineral ósea: 65 años
Las mujeres mayores de 65 años tienen más riesgo de osteoporosis debido a los cambios hormonales que ocurren durante la menopausia y que afectan la densidad ósea. El estrógeno es una hormona vital para los huesos sanos y fuertes, pero su nivel disminuye en las mujeres que han pasado por la menopausia.
Una prueba de densidad mineral ósea es un examen que generalmente se realiza en mujeres a partir de los 65 años y que proporciona una indicación de la resistencia ósea y el riesgo de fractura. Si una prueba indica que sus huesos son frágiles o débiles, su proveedor de atención médica puede recetarle un bifosfonato o un medicamento utilizado para limitar la pérdida de densidad ósea.
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