Mantener a sus hijos saludables probablemente esté entre las primeras en su lista de prioridades. Las vacunas, los chequeos médicos para niños y una alimentación equilibrada son parte de su salud y bienestar general, pero otro aspecto de la salud de su hijo es evitar los hábitos perjudiciales.
Fumar y vapear son ejemplos de hábitos sumamente perjudiciales. Es importante tener conversaciones abiertas y honestas con sus hijos para enseñarles cómo evitar estas sustancias, así como educarlos sobre lo que podría suceder si eligen usarlas.
CÓMO INICIAR LA CONVERSACIÓN
La edad de su hijo afectará la forma en que usted comienza una conversación sobre fumar o vapear. Si tiene hijos más pequeños, podría hablar sobre personas que ha visto en su comunidad o personas en sus vidas que usan nicotina de diversas formas.
Si tiene hijos mayores o adolescentes, es posible que hayan visto a personas vapeando en la escuela o al pasar tiempo con amigos. Empezar la conversación con una pregunta abierta, como “¿qué sabes o piensas sobre el vapeo?”, puede ser una buena manera de abrir las líneas de comunicación.
HABLAR SOBRE LOS RIESGOS ASOCIADOS CON FUMAR Y VAPEAR
Es probable que le preocupe el vapeo y el tabaquismo debido a los peligros para la salud que conllevan estos hábitos. Al presentar sus inquietudes, vaya preparado con información clara y concisa, basada en evidencia e historias con resultados desfavorables.
Los niños son más propensos a comprender sus inquietudes si los respalda con pruebas en lugar de solo sus opiniones y miedos.
La última Encuesta Juvenil Nacional sobre el Tabaco realizada en 2020 indicó que 3.6 millones de niños en los Estados Unidos son usuarios actuales de cigarrillos electrónicos. Si bien esto marca una ligera disminución con respecto a las cifras informadas en 2019, sigue siendo el resultado de aumentos sin precedentes en el uso del vapeo entre los jóvenes.
Casi el 40 % de los estudiantes de secundaria que vapean informaron usar cigarrillos electrónicos durante al menos 20 días del mes, mientras que casi setecientos cincuenta mil estudiantes de escuela media y secundaria informaron vapear todos los días.
Muchos niños comienzan a vapear porque sienten curiosidad por la experiencia.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) han informado que la nicotina es una droga sumamente adictiva. Puede afectar el desarrollo cerebral de los adolescentes, que continúa desarrollándose hasta los 25 años.
Vapear o fumar puede afectar particularmente las partes del cerebro responsables del aprendizaje, la memoria y la atención. También puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar y otros problemas de salud preocupantes.
ESTABLECER EXPECTATIVAS CLARAS
Después de hablar con sus hijos sobre los riesgos del vapeo y lo que deben saber sobre este hábito, establezca expectativas claras para su familia. Si decide fijar consecuencias por infringir las reglas del hogar con respecto al tabaquismo y el vapeo, sea coherente con su respuesta.
Dé un ejemplo positivo al no vapear ni consumir productos de tabaco usted mismo y aliente a cualquier persona de su familia que use estos productos a reducir su consumo, en especial frente a sus hijos, o a dejar de fumar.
AYUDA PARA NIÑOS QUE YA HAN COMENZADO
Si tiene hijos que ya han empezado a vapear, puede obtener ayuda para ellos. Puede hablar con el pediatra u otro proveedor de atención médica de su hijo sobre fumar y vapear. Esto les dará la oportunidad de mencionarlo durante su próxima cita.
Es posible que su hijo también quiera hablar con otros adultos de confianza, tales como familiares, líderes de la iglesia o la fe, docentes o consejeros. El apoyo es fundamental para ayudar a los jóvenes a dejar de vapear.
Hablar con sus hijos sobre fumar y vapear puede ser incómodo, pero es un tema importante que debe mencionar con regularidad. El vapeo es un hábito que puede ocultarse. De hecho, muchas personas en este grupo etario usan cigarrillos electrónicos con regularidad.
Sus hijos necesitan saber que pueden acudir a usted para obtener ayuda y apoyo. Mantener abiertas las líneas de comunicación es la mejor manera de fomentar una relación sólida.
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