Ser cuidador de un ser querido es un trabajo delicado y gratificante, pero también es una de las funciones más exigentes física y mentalmente.
Cuando otra persona requiere la mayor parte de su energía, puede parecer imposible encontrar tiempo para su propio cuidado personal. Sin embargo, es importante reconocer que, para cuidar de manera efectiva a otra persona, primero debe cuidarse a sí mismo.
Estas son algunas maneras que pueden ayudarlo a consentirse con un poco de autocuidado como cuidador:
RECUERDE QUE EL CUIDADO PERSONAL NO ES EGOÍSTA
Hay muchas emociones que sienten los cuidadores que asumen la tarea de cuidar a un ser querido, mientras trabajan para mantener una cierta calidad de vida. Muchos sienten culpa o vergüenza cuando se complacen en el cuidado personal.
No es necesario sentirse culpable por cuidarse. El cuidado personal es lo que le permitirá prosperar como cuidador porque estará mejor equipado y motivado para cumplir con su gran cantidad de responsabilidades.
ESTABLEZCA LÍMITES PARA USTED
Los límites pueden protegerlo de esforzarse demasiado. Tómese unos momentos todos los días para considerar sus necesidades:
- ¿Ha comido lo suficiente?
- ¿Ha tenido un descanso?
- ¿Ha hablado con alguien hoy?
- ¿Se ha hecho tiempo para hacer las compras o hacer otros mandados?
- ¿Ha faltado a alguna cita importante debido a sus tareas?
- ¿Necesita que alguien se quede con su ser querido durante unos minutos para tomarse un descanso?
- ¿Necesita decir que no a algo que otra persona le ha pedido que haga?
CUIDE SUS NIVELES DE ESTRÉS
El síndrome de estrés del cuidador es una afección asociada con el agotamiento mental, emocional y físico que experimentan los cuidadores que han estado descuidando sus necesidades. Los síntomas de esta afección incluyen aumento o pérdida de peso, cambios en el apetito, depresión, retraimiento y cambios en el sueño, entre otros indicadores.
Cuando usted es un cuidador, es fundamental que se cuide a sí mismo cuando se sienta abrumado. Cuando siente que está empezando a estresarse, puede intentar caminar, hacer yoga, llamar a un amigo o tomarse el tiempo para practicar la atención plena u otras técnicas de relajación profunda.
MANTENGA HÁBITOS SALUDABLES
Si desea sentirse lo mejor posible y cuidar a sus seres queridos lo mejor posible, establezca hábitos saludables en su rutina diaria. Defina objetivos pequeños a los que apuntar para crear cambios duraderos.
Por ejemplo, intente hacer al menos 20 minutos de ejercicio al día, aunque solo sea dar una caminata corta. En lugar de pasar por la ventanilla de un restaurante, elija una cena más sabia y saludable algunas noches a la semana.
Llene una botella de agua grande y trate de beberla y rellenarla al menos cuatro veces al día para asegurarse de mantenerse hidratado. Y, sobre todo, asegúrese de dormir lo suficiente al priorizar ese período de descanso vital cada día.
PIDA Y ACEPTE AYUDA
Una de las cosas más difíciles que los cuidadores a menudo tienen que aceptar es que no pueden hacer todo por sí solos. Cuidar a personas con enfermedad de Alzheimer, cáncer, demencia o una enfermedad crónica es agotador tanto emocional como físicamente. Sin ayuda, no podrá lograr mucho.
Es importante que sepa que está bien pedir ayuda. No tenga miedo de comunicarse con un amigo, familiar o incluso un servicio de atención o cuidador profesional para que lo ayude a cumplir con su lista de tareas pendientes.
También puede encontrar útiles grupos de apoyo a los que unirse en línea o en su área para conectarse con otras personas en circunstancias similares y, al mismo tiempo, aprender más sobre los recursos de cuidado disponibles para usted.
Podrá ser un cuidador, pero usted también necesita cuidado. Es posible tomarse tiempo para cuidar y cuidarse a sí mismo. Cuando usted se cuida, puede brindar un mejor cuidado a su ser querido.
Artículos relacionados
