Si su hijo está luchando contra la obesidad, no está solo. En los Estados Unidos, el 18.5 % de los niños de 2 a 19 años son obesos y esa cifra aumenta al 20 % en el caso de los adolescentes. Desafortunadamente, la obesidad no es una afección benigna. Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, problemas respiratorios y articulares, y dificultades psicológicas.
Hay muchos factores que afectan la obesidad, pero no hacer suficiente ejercicio es uno de los principales problemas. Considere algunas de estas ideas para ayudar a que su hijo se entusiasme con el movimiento:
HACER QUE SU RUTINA MATUTINA SEA UNA CARRERA
Vea qué niño puede prepararse primero, porque no hay nada como un poco de competencia (y tal vez una recompensa) para despertar un poco la motivación. Si las rutinas matutinas de sus hijos no incluyen moverse, realice una tarea que requiera subir y bajar las escaleras. Declare al ganador del día y haga que sea todo un evento.
UTILIZAR EL TIEMPO EN FAMILIA
Si el vínculo familiar generalmente implica ver una película o sentarse a hablar, introduzca algún cambio. Salgan a caminar después de cenar, practiquen un deporte juntos o naden. O cuando el clima es malo y salir no es una buena opción, comience una tradición familiar de jugar al hockey en el interior.
APRENDER ALGO JUNTOS
Elija una actividad que les interese a usted y a su hijo y que ninguno de ustedes sepa cómo hacer. Esta es su oportunidad de aprender algo juntos, como andar en patineta o escalada en roca. Probablemente a su hijo le guste verle hacer el ridículo, y podrá pasar tiempo con ellos y estar activos juntos.
INCLUIRLO EN LA TABLA DE TAREAS
Es posible que este no sea el enfoque adecuado para todos porque no quiere que su hijo odie hacer ejercicio, pero si está motivado por terminar las tareas en su tabla, puede ser una excelente opción. Incluirlo en sus tareas diarias ayudará a desarrollar un hábito rápidamente.
ENCONTRAR LA ACTIVIDAD ADECUADA PARA ELLOS
Quizás esté de más decirlo, pero si su hijo no tiene interés en jugar al baloncesto, forzarlo a jugar al baloncesto no será motivación para moverse. Si los deportes convencionales no son de su interés, hay muchas otras opciones que podrían ser más interesantes para ellos, tales como:
- Senderismo
- Yoga
- Esgrima
- Remo
- Clase de acrobacia
- Cabalgatas
- Balón prisionero
- Ultimate frisbee o frisbee golf
- Animación
- Artes marciales
INCLUIRLO EN SUS MANDADOS
Ir a la tienda puede no ser el entrenamiento que su hijo necesita, pero es mejor que nada. Llévelos a la tienda con usted y déjelos ser la persona que corra para obtener los artículos más alejados. Encontrar formas de caminar o andar en bicicleta para completar sus mandados también ayudará a hacer que estar activo parezca menos una tarea.
PARTICIPAR EN UN DEPORTE DE POR VIDA
Si puede ayudar a su hijo a interesarse en un deporte de por vida (uno que sea fácil de mantener después de terminar la escuela secundaria), será más fácil para él continuar con la práctica durante los años por venir. Estos son deportes como nadar o jugar al tenis que no involucran a todo un equipo y cuidan las articulaciones.
HACER QUE EL TIEMPO FRENTE A UNA PANTALLA SEA ACTIVO
Para los niños realmente interesados en los videojuegos, agregue algunos videojuegos que requieran que estén activos en sus sesiones de tiempo frente a pantallas. Es un beneficio mutuo para ambos.
Cada niño es diferente, así que esté dispuesto a probar múltiples opciones para incorporar más actividad.
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