Seis consejos para prevenir y tratar el eccema de invierno

No es necesario que el invierno sea terrible para su piel.

El invierno es una época de paisajes maravillosos, bebidas calientes, noches acogedoras, días festivos y, a veces, manos agrietadas y sangrantes. Si esto le suena familiar, es posible que esté sufriendo de eccema de invierno. A continuación, le comentamos algunas maneras de ayudar a aliviar las molestias de la piel irritada.

PRESTE ATENCIÓN A SU ROPA

Algunos tipos de telas sintéticas irritan la piel. Si sospecha que este es su caso, use ropa de tela natural hecha de algodón, cachemira o seda. Aunque son abrigados, el poliéster y la lana no suelen ser agradables para la piel.

Tenga en cuenta que su detergente para la ropa también puede irritarle la piel. Considere cambiar su detergente por una formulación más suave sin los ingredientes agresivos.

USE GUANTES CADA VEZ QUE SALGA DE CASA

Las zonas expuestas del cuerpo, como el rostro y las manos, son más susceptibles a las exacerbaciones del eccema. Los cambios drásticos de temperatura que atraviesa su piel al estar adentro y, luego, al aire libre en el frío clima invernal hacen que la piel se reseque.

Intente cubrir esas zonas sensibles cuando salga. Los mitones le protegen las manos y una bufanda, un abrigo para el cuello y un gorro le protegen el rostro.

QUÍTESE LA ROPA HÚMEDA

Asegúrese de quitarse la ropa húmeda tan pronto como esté adentro. Es irritante para la piel.

PÓNGASE MUCHA CREMA

La humectación es fundamental. Debido a que no todos los productos para la piel son iguales, es mejor optar por una crema o ungüento en lugar de una loción o gel. Los dermatólogos recomiendan usar una crema o ungüento al menos dos veces al día durante cuatro semanas para reducir los síntomas del eccema.

La vaselina —un ungüento— tiene un alto contenido de aceite y es muy buena para el eccema. Se prefieren los ungüentos para tratar el eccema, pero dejan residuos pesados en la piel. Si no puede soportar el residuo, una crema podría ser una mejor opción.

Las cremas, que son más ligeras que un ungüento, son profundamente humectantes y pueden aliviar la piel irritada.

Las lociones y los geles están hechos principalmente de agua, por lo que se evaporan rápido y tienen la menor cantidad de aceite. Estos productos son mejores que nada, pero no son tan eficaces como usar un ungüento o crema.

Al seleccionar un producto, tómese un momento para leer la etiqueta de ingredientes y asegurarse de que no contenga fragancias, estabilizadores ni conservantes. Estos ingredientes suelen irritar la piel. También puede buscar el sello de la Asociación Nacional del Eccema.

El sello no significa necesariamente que esté respaldado por la Asociación Nacional del Eccema, sino que esta evaluó el producto para ver si tiene ingredientes que se sabe que son perjudiciales para las personas con eccema.

NO SE LAVE EL CUERPO TODOS LOS DÍAS

Si su cuerpo puede tolerarlo (es decir, si no suda mucho), omitir una ducha diaria ayuda a la piel a mantener la humedad. Los jabones fuertes pueden resecar mucho la piel, en particular los jabones que contienen fragancias y aceites esenciales. Cambie a un gel de baño sin aroma y reduzca la frecuencia con la que se lava el cuerpo con jabón.

USE UN HUMIDIFICADOR

Irónicamente, incluso cuando hay mucha nieve en el suelo, el invierno es simplemente una estación seca. El aire es más seco tanto dentro como fuera del hogar. Agregar un humidificador, especialmente en la habitación en la que duerme, puede ayudar a prevenir la piel triste y agrietada al añadir más humedad al aire.

El invierno no tiene por qué ser horrible debido a su piel. Si está probando estos consejos y sigue sufriendo de eccema extremo, comuníquese con un dermatólogo. Algunos niveles de eccema deben tratarse con medicamentos recetados.